El Pontevedra vence al Oviedo (2-1)

Pontevedra y Oviedo, dos históricos del fútbol español, se metian en la fase de ascenso a Segunda A para recuperar algo del prestigio en los últimos años. Unos más y, otros, menos. De hecho, el Real Oviedo militaba en Primera hace diez años. De ahí, dos temporadas en Segunda A y el resto entre Segunda B y Tercera división. Mucho daño para la fiel afición ovetense. El Pontevedra, sin embargo, lleva más tiempo lejos de la Primera división, pero menos de la Segunda. En 2005 descendió a Segunda B tras sólo un año en la división de plata y, a partir de ahí, varios intentos fallidos, cuando el fútbol profesional se veía más cercano.

El Oviedo, con una gran segunda vuelta, se metía en play-off en segunda posición. Y, si no llega ser por un inicio dubitativo, lo mismo hubiera dado caza al Alcorcón para hacerse con el liderato y tener dos oportunidades de ascender. Los de Pasarón no fueron equipo de play-off hasta la última jornada cuando, gracias a un gol de Iban Espadas, vencían en Mendizorroza a otro histórico como es el Deportivo Alavés, y les arrebatan la cuarta plaza. Eso dió derecho a ambos históricos de sumarse al Granada y Jaén (y luego lo hizo el Alcoyano) como equipos con pasado en Primera, que disputaban la fase de ascenso a Segunda.

En el partido de ida, Pasarón se vistió de gala para alentar al conjunto entrenado por el ex-sevillista Pablo Alfaro, 'hombre milagro' en caso de ascender. Muy pronto, a las 7 minutos, se adelantaban los gallegos por medio del ariete vasco Iban Espadas. Con 1-0 se llegó al descanso y, tras él, empataba el Oviedo con un afortunado gol de Perona. El delantero valenciano aprovechaba un rechace del meta Orlando Quintana, que rebotó en el pecho del delantero ovetense para alojar el balón al fondo de las mallas. Los granates, sin embargo, no se dieron por vencidos y, tras recoger un balón suelto, el brasileño Igor de Souza engaltaba un potente disparo que se coló por la escuadra diestra, ante el cual poco pudo hacer el cancerbero Aulestia y anotar el 2-1 definitivo.

Con una victoria por la mínima, y con gol en campo contrario incluido, todo queda para la vuelta en el Estadio Carlos Tartiere. Lo malo, es que uno de los dos dirá adiós a la Segunda y, el otro, aún no sea de Segunda.