El Sestao River, hijo del extinto Sestao Sport Club, podría estar jugando actualmente en Segunda División si no fuera por la mala fortuna en el último play-off de ascenso. Lo tuvo en la mano hasta en dos ocasiones. En la ida, en Las Llanas, ganaba 3-1 al Albacete a falta de 20 minutos, pero dos penaltis acabaron cerrando el partido con empate a tres. No conforme con eso, en el Carlos Belmonte también se adelantaba con dos goles de ventaja (0-2, en el minuto 20) para volver a empatar. Por lo que, además de sufrir dos remontadas, y ninguna derrota, el valor doble de los goles fuera de casa lo dejaba K.O. en la promoción directa. En la siguiente eliminatoria cayó ante el Gimnàstic de Tarragona, diciendo así adiós a Segunda.
El Sestao River (apodo por el que ya se conocía al Sestao SC) se fundó en 1996, justo el verano en que se liquidaba el Sport Club. En 2016, por tanto, se cumplirán 100 años del club al que hoy homenajeamos. En 80 años de historia, el Sestao nunca jugó en Primera. Diecisiete temporadas en Segunda División 'A', destacando dos etapas: década de los 50 y mediados de los 80 a mitad de los 90. A pesar de que Las Llanas no viera a su equipo en Primera, la máxima categoría y el estadio sestaotarra sí vieron pasar a distintos jugadores de Primera División.
En la 84-85, guiados por Javier Irureta, los verdinegros volvían a Segunda 'A', 25 años después. En sus filas, varios ex-jugadores de Primera, entre los que destacaban nombres como Gonzalo Arguiñano (Valladolid, Real Burgos y Lleida), Gorriarán y Edorta Murúa (Oviedo), Txelis (Español, Real Burgos o Valladolid), Aspiazu (Deportivo) o Ernesto Valverde (Espanyol, Barça y Athletic). Además de un José Luis Mendilíbar, si bien, este ha conocido la Primera División como entrenador.
Una temporada después, tras cuajar una gran temporada (10º) perdía a hombres como Ocenda (Racing) o los mencionados Gorriarán y Valverde. Sin embargo, estuvo a un paso de ascender a Primera. En el campeonato del famoso Play-off, la Liga se disputó en dos fases. Los 12 primeros equipos, a final de la fase regular, se repartieron en dos grupos de ascenso finales. Ascendían los dos primeros y el mejor segundo. Pues, el Sestao, fue el otro segundo. Los de 'Jabo' Irureta finalizaban a dos puntos (una victoria, por entonces) del Celta de Vigo, 52 puntos, líder de su grupo. Asimismo, también quedó dos puntos por debajo del Club Deportivo Logroñés, segundo clasificado del Grupo A.
En esa plantilla, figuraban nuevos nombres de Primera, como Alberto Albistegi (Real Sociedad, Mallorca, Deportivo y Alavés), Juan Carlos Herrero (Logroñés), Núñez (Athletic Club), Sabin Bilbao (Deportivo) o el del portero suplente Yosu Anuzita (Deportivo y Salamanca), que más tarde se convertiría en el portero titular durante tres campañas.
En la 87-88, los mencionados anteriormente, se convertían en el portero y la defensa titular, junto a un nuevo nombre, José Luis Ribera, quien también acabó jugando en el Real Burgos y, sobretodo, Deportivo de la Coruña, como más de un homenajeado. También formaron parte de esa plantilla Óscar Vivanco (Rayo Vallecano) o Eduardo Estíbariz (Athletic y Rayo). Irureta dejaba al equipo 10º, otra buena campaña, antes de marcharse a entrenar al Logroñés, dando así el salto a Primera.
Blas Ziarreta tomaba las riendas del equipo para la 88-89, quedando octavo, en el año del Mollerussa en Segunda. José Luis Agirre (Real Sociedad), Imanol Ibarrondo (Rayo) o David de la Hera (Lleida), formaron parte del once tipo de Ziarreta.
Tras consolidarse en Segunda División con grupo nutrido de jugadores vascos y alimentar a equipos como Deportivo de la Coruña, Real Burgos, Logroñés o Rayo Vallecano, además de los Athletic y Real Sociedad, el Sestao miró a otros horizontes. Como curiosidad, comentar que contrató a dos jóvenes nacidos en México pero con apellidos vascos (al menos dos, quién sabe si ocho). El portero Francisco Javier Elola, canterano madridista, y José Luis Astiazarán, cachorro de Lezama. Sí, el mismo Astiazarán que acabó siendo presidente de la Real Sociedad. Junto a ellos, llegaron veteranos como el canario Yoyo (Las Palmas), Del Barrio (Murcia y Elche), Jon García (Valencia) o jóvenes vascos como Luke (Athletic y Osasuna), Jon Irureta (Mallorca) o Sukunza (Salamanca).
Ya en los noventa, antes de dar fin al mejor Sestao de la historia, seguían pasando jugadores que acabarían en Riazor como Liaño, en El Plantío, Bastida, mitos de San Mamés, Carlos García, Iñaki Lafuente y Javi González, o el que acabaría siendo el capitán del euro-Alavés Antonio Karmona.
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