Cualquiera que haya seguido, un poco, la J-League en las últimas temporadas, sabe de la igualdad de la misma. Variedad de campeones, ligas conquistadas por recién ascendidos, equipos grandes que descienden o jornadas finales con un puñado de equipos con opciones de llevarse el título liguero. De hecho, los dos últimos campeones, Sanfrecce Hiroshima y Gamba Osaka, se auparon a lo más alto de forma rocambolesca y a última hora. Gamba se llevó la Liga tras no pasar del empate, sin goles, en casa del colista. Urawa, por su parte, llegaba como líder pero perdió ante el Nagoya. El tercero en discordia, Kashima (club con más títulos), perdió en casa (0-1) ante el Sagan Tosu y desaprovechó la ocasión de aumentar su palmarés.
Precisamente, vamos a escribir del Gamba Osaka (Gamba = pierna en italiano) y su rival local. Es uno de los equipos más carismáticos en Japón y fuera del país. Poseen, incluso, una peña en Argentina. Por su fútbol, no sorprende que haya ganado el campeonato. Por ello, tiene una de las mejores plantillas del campeonato, con Yasuhito Endo, el Xavi japonés, al mando del equipo neroazzurro. Tampoco sorprende que gane la Liga a pesar de ser un recién ascendido. Lo que extrañó fue que descendiera hace dos temporadas. Lo hizo siendo el equipo más goleador de todos. En 2005 conquistó su primer campeonato. Como no podía ser de otra manera, con vaivenes en el liderato de los de Osaka. Gamba lideraba la clasificación hasta la lesión de Miyamoto. El testigo lo cogió CerezoOsaka pero, en la última jornada, empató y cedió el trono a su máximo rival.
La otra cara de la moneda es el Cerezo Osaka (Cerezo, sí, en castellano. Árbol). Acaba de descender a la J-League 2, contando con el hombre más reconocido de todo el campeonato a nivel mundial, el uruguayo Diego Forlán. Quizás por eso. Por el mal administrado desembolso en traer al charrúa. La Liga japonesa tiene sus puntos débiles. Por ejemplo, los porteros no demuestran un gran nivel, las defensas no son del todo contundentes. Eso hace que los equipos no mantengan una estabilidad a lo largo del año. Pero, a pesar de la inferioridad en defensa, el uruguayo no ha demostrado nada. Empezó bien su aventura. Marcando goles, que es lo suyo. Tras triturar a varios entrenadores, y un Cerezo ya metido en serioes problemas dejó de contar con el ex delantero del Villarreal o Atlético, entre otros. En julio, mediado el torneo, se vendió a su mayor estrella, Yoichiro Kakitani, al Basilea por 2,2 millones de euros. Con el agua al cuello, decidieron contratar al brasileño nazionalizado alemán Cacau (ex Stuttgart). De nada sirvió. Cerezo descendía en la penúltima jornada de Liga.
No es la primera vez que, Cerezo y Gamba, viven en dos puntos totalmente opuestos. Cuando Cerezo (2012) ascendía, Gamba bajaba. Si Cerezo (2013) iba a la Champions asiática, Gamba estaba en Segunda, aunque liderando la categoría. Ahora (2014) que Gamba se hace con el título, Cerezo desciende. Ya se sabe, la risa va por barrios. Sí. Y que todos los ciclos tienen caducidad. Pero lo que han vivido los clubes de fútbol de Osaka en los últimos años ha sido todo a un ritmo vertiginoso. De luchar por la Liga a descender. De meterse en la Champions asiática a descender. Quizás, haya que plantearse un poco de estabilidad y no empezar al casa por el tejado.
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